
Esta festividad es hoy una exaltación de unidad familiar, donde las personas se reúnen para compartir en la mesa con un plato especial y practicar algún rito que conmemore la ocasión.
Si quieres agregarle un toque mágico para recibir tu nuevo año, aquí colocamos una lista de las prácticas más arraigadas en la cultura criolla.
Las doce uvas: Cada persona debe comerse las uvas antes de las doce de la noche, si es posible una por campanada y pedir un deseo distinto en cada bocado, nada fácil, ¿no?
Comer lentejas: Para llamar la fortuna y la prosperidad muchos venezolanos comen un plato de lentejas. Hay quienes se conforman con una cucharada para poder degustar de la cena en la noche.
Usar ropa interior amarilla: Esta es quizás, junto con las doce uvas, una de las costumbres más populares. No es raro ver las prendas de ropa interior amarilla en los comercios de la ciudad y en los vendedores informales. El uso del color amarillo busca atraer las buenas energías para el año entrante.
Más dinero: Hay quienes para garantizar la disposición monetaria reciben el año con un manojo de billetes entre sus manos.
Viajes: Para realizar el viaje de sus sueños la gente sale de su casa después de las doce con las maletas o bolsos de mano.
Espigas: El uso de espigas para adornar la casa traerá paz y buena suerte para los miembros del hogar.
Velas: También es frecuente el uso de una vela encendida para recibir el año y garantizar armonía y paz en el hogar.
Sabías que…
Las doce uvas que se comen junto a las doce campanadas, es un hábito que surge en los años 20 cuando unos vinateros catalanes necesitaban desprenderse de un excedente de uvas, hoy se practica como un ritual mágico que asegura un año próspero y abundante.
El nacimiento de Jesús se comenzó a celebrar cuando en el siglo IV el papa Liberio trasladó su natividad del 6 de enero al 25 de diciembre, consolidando así las fiestas decembrinas.
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