Construyendo Comunidad

El cumplimiento de las normas facilita la armonía de la vida en comunidad. Uno de los aspectos fundamentales en un condominio es la higiene y limpieza de las áreas comunes. Para lograr esto deben participar el personal de limpieza y cada uno de las personas quienes hacen uso diario de las instalaciones del edificio.

1. Para garantizar la limpieza en la comunidad, se prohíbe terminantemente:

a.- Arrojar desperdicios y todo cuanto contribuya al desaseo en la vialidad y otras áreas comunes.

b.- Arrojar a las vías públicas aguas servidas y desperdicios líquidos, aún cuando provengan del aseo o limpieza de los inmuebles.

2. La basura debe ser envuelta en bolsas plásticas para ser arrojada por el ducto, de modo que se eviten atascamientos y malos olores. Queda prohibido tirar líquidos, vidrio, objetos de hierro o cualquier otro material que pueda causar daño a la persona que recoge la basura o al mismo colector. Aquellos desechos que por su tamaño no puedan ser arrojados a través del ducto de basura , deben ser colocados directamente por los residentes de los edificios , en los recipientes ubicados en el cuarto de basura localizado en el sótano del edificio.

Así mismo, aquellos residuos que sean objetos de reciclaje, tales como cartones, vidrios, papeles, periódicos, etc, deben ser colocados por los propietarios en los depósitos previstos para tales fines y en consecuencia, no podrán ser arrojados por los ductos de basura.

3. Los cuartos y/o depósitos de basura ubicados en el sótano, no podrán contener explosivos y materiales inflamables, ni objetos, efectos o desperdicios que excedan la capacidad del recipiente o envase. Se establece que en caso que exista desperdicios que por cualquier razón sea excluidos de ser procesados por las empresas operadoras de basura, deben ser dispuestos directamente por los propietarios o inquilinos.